Mateo 21 – ¡Hosanna al Hijo de David!
Introducción
A. La última visita de Jesús a la ciudad de Jerusalén. Después del ministerio de tres años, el Hijo de Dios había manifestado la gloria y la majestad de Dios por sus obras: obras de justicia y misericordia, obras de poder sanando a los enfermos, echando fuera los demonios, y levantando a los muertos.
1. Se presentó a su pueblo tanto con los ricos y los pobres como Señor manso y humilde. Mateo 11:28-30. Los pecadores lo buscaron y el público lo tenían por profeta de Dios, Mateo 21:46.
2. Sin embargo, los sacerdotes, los escribas, y los fariseos lo rechazaron. Tenían envidia a él y en su orgullo lo odiaron cuando les corrigió los pecados y las falsas doctrinas.
B. Por fin, Jesús de Nazaret regresó a Jerusalén y entró las puertas como el Ungido de Dios, el Mesías o sea el Cristo: el Rey, Hijo de la dinastía de David. Tomó las riendas de autoridad y denunció la maldad de los “edificadores” de Israel. Los juzgó.
C. Vamos a examinar el mensaje de Mateo 21: La Entrada Triunfal en Jerusalén.
I. Mateo 21:1-11. ¡Hosanna al Hijo de David!
A. Cuando Jesús montó al asna con su pollino, se presentó a sí mismo el Rey usando el mismo simbolismo de la coronación de Salomón, 1 Reyes 1:33-38.
B. Jesucristo cumple la profecía y la promesa que Dios dio a David (2 Samuel 7, 22) la cual es la base del Salmo 89:49. Todo el Salmo se dedica a recordar a Dios de aquella promesa.
C. Jesús también cumplió las palabras de Zacarías 9:9 y Salmo 118:25.
1. El Salmo 118 fue el Salmo que se cantaban en observar la Fiesta de Tabernáculos. La fiesta misma se llama, “La Gran Hosanna.” Hubo un desfile con palmas y ramas.
2. “El Rey” nos llama la atención a las profecías de Isaías 9:6-7 y 53:3 (se menciona Hechos 13:34)
3. “Hosanna” significa “alabanza” y literalmente es petición para la salvación: “sálvanos pedimos.”
D. Toda la ciudad se conmovió, v. 10.
II. Mateo 21:12-17. Jesús Limpió el Templo en Jerusalén.
A. Jesús tomó el papel del Sacerdote legítimo conforme al orden de Melquisedec.
1. Hebreos 6:18-20; 7:1-28. Jesús cumplió la profecía de Salmo 110:4: el Rey quien fue también Sacerdote, aunque no de la genealogía de Leví. Salmo 110 fue un Salmo de David que declaró que su descendiente sería su Señor.
2. Melquisedec pertenece a la historia de Abraham, Génesis 14:17-20, el patriarca de la nación Israel. Abraham pagó diezmo a aquel sacerdote-rey. De esta manera, el Salmo declaró a Cristo como superior a Abraham y Leví.
B. Jesús juzgó a los sacerdotes y los condenó por ser corruptos, “una cueva de ladrones.” Usó las palabras de Isaías 56:7, “Escrito está, Mi casa, casa de oración será llamada.” Entonces les recordó de las palabras cortantes de Jeremías 7:11, “mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.” Los llamó ladrones, quienes servían en el Lugar Santo de Dios, Casa de Oración.
C. Cuando vinieron a Cristo los cojos y ciegos, los sanó en el Templo de Dios, haciendo las obras de Dios, las cuales solo Dios podían haber hecho: el Hijo de Dios en su propio lugar, haciendo obras de misericordia.
D. Los principales sacerdotes y los escribas se indignaron, viendo las maravillas y oyendo los muchachos decir, “¡Hosanna al Hijo de David!” Le dijeron: “¿Oyes lo que éstos dicen?” Pensaron en regañar a Jesús por permitir tal alabanza como si fuera falsa. Ante los ojos ciegos de ellos, fue así porque no creyeron lo obvio, la verdad obvia, que los muchachos y el público podían ver con claridad.
E. Jesús les contestó con las palabras de otro Salmo, el Salmo 8, “Sí; ¿nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?” Otra vez, Jesús habla como Jehová a quien todo el universo alaba, aun cuando algunos hombres lo niegan lo que merece recibir.
III. Mateo 21:18-22. Jesús maldijo la higuera por la hipocresía, por tener hojas sin fruto.
A. Fue un juicio simbólico. La higuera produce primero la fruta, y después las hojas se echan, dándoles sombra mientras se madura. Al ver las hojas, uno anticiparía la fruta debajo de las hojas. La higuera sirvió como una parábola de la hipocresía de los incrédulos de Jerusalén. Pretendían ser justos, pero andaban en pecado y corrupción.
B. Al ver la maravilla, Jesús prometió que los discípulos podrían mandar a la higuera y aun a aquel monte, “Quítate y échate en el mar, será hecho.” Si tuvieran fe y no dudarán…
1. Ya que el tema fue la hipocresía de los poderosos y la incredulidad de ellos, podemos hacer la aplicación que Jesús iba a superar el poder de los malos y también ellos podrían superar toda fuerza puesta en contra el Evangelio que ellos iban a predicar.
2. Las oraciones que los discípulos iban a hacer, serían por la ayuda de Dios en sus propias luchas en contra el pecado, en contra las falsas doctrinas, y en contra los falsos “edificadores” en el futuro. Jesús prometió que Dios podía hacer mucho más que ellos podían pedir y pensar.
-- Efesios 3:14-21, “Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; … 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.”
IV. Mateo 21:23-27. ¿Quién Manda de Verdad?
A. Heridos por las palabras correctivas de Jesús, la verdad que corta como espada de dos filos, los principales sacerdotes y escribas cuestionaron la autoridad de Jesús para hacer lo que pertenece al dominio de los sacerdotes en el Templo. Ignoraron la justicia de lo que Jesús hizo y también el poder divino presente en la sanación de los ciegos y los cojos.
B. Jesús les silenció por cuestionar el abuso de la autoridad de aquellos sacerdotes de Dios por no creer y apoyar al profeta Juan el Bautista. Les ofreció una defensa de la autoridad de sus propias acciones si ellos le dijeran, “El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o de los hombres?” Temían al pueblo; porque todos tenían a Juan por profeta. Pero si dijeran que la autoridad de Juan era del cielo, Jesús les diría: “¿Por qué, pues, no le creísteis?”
-- Juan dio testimonio de Jesús, e igual a Jesús, condenó las hipocresías de los “edificadores.”
C. Obviamente, Jesús mandaba con autoridad, una autoridad mayor que la de los sacerdotes.
1. Juan cumplió las profecías de Malaquías 3:1-5 y 4:5-6. Fue profeta del estilo de Elías, el más honrado profeta del Antiguo Testamento.
2. Jesús mandó limpiar el templo. Después mandó sanar a los ciegos y cojos, el misericordioso y todopoderoso Hijo de Dios.
D. Mateo 28:18 termina con la proclamación, “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” (vea también Efesios 1:20-23, Colosenses 1:15-19)
V. Mateo 21:28-32. Parábola de los Dos Hijos
A. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?
1. ¿El que dijo que no, pero después se arrepintió y la hizo?
2. ¿El que dijo que sí, pero que no la hizo?
3. Contestación: El primero.
B. El primero se refiere a los llamados “publicanos y rameras” quienes creyeron la predicación de Juan y la de Jesús. El segundo se refiere a los “edificadores” quienes viendo el arrepentimiento de ellos no se arrepintieron para creerle.
1. El uso de la palabra “creer” en este contexto obviamente se refiere al arrepentimiento y el bautismo de Juan y Jesús. En el Nuevo Testamento, muchas veces la palabra “creer” se usa en el sentido comprensivo que abarca todas las consecuencias de la verdadera fe.
2. Por lo tanto, es razonable que uno podía “creer” después de arrepentirse. No significa solamente creer, porque el creer es lo que nos da el motivo para arrepentirse y bautizarse.
VI. Mateo 21:33-41. Parábola de los Labradores
A. Los labradores no pagaron los frutos que debían pagar conforme a su contrato con el dueño de la viña. Son símbolos de los “principales sacerdotes” que andaban en corrupción en vez de justicia, y no llevaban fruto para Dios, el Dueño de la viña, Israel. (Vea la parábola de la viña, Isaías 5)
B. Los incrédulos de los judíos maltrataron a los profetas y últimamente a Jesús quienes vinieron pidiendo los frutos. Jesús les dio los detalles en Mateo 23:29-36.
C. Jesús los juzgó, el Rey y Sacerdote del orden Melquisedec.
-- La sentencia divina: “a los malos destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, que le paguen el fruto a su tiempo.”
VII. Mateo 21:42-46. La Profecía de Salmo 118:22-23.
A. “Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras? La piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza del ángulo. El Señor ha hecho esto, y es cosa maravillosa a nuestros ojos.”
B. Este Salmo fue leído durante la Fiesta de los Tabernáculos y se llama la “Gran Hosanna.”
1. Las voces todavía sonaban en los oídos de los sacerdotes, de los muchachos que proclamaban a Jesús, el Hijo de David.
2. Jesús hace la aplicación del Salmo a los sacerdotes actuales, “los edificadores.”
3. Declara la Sentencia Divina en contra ellos por haber retenido los frutos que debían al Señor.
C. “Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él. 44 Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará.45 Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos, entendieron que hablaba de ellos.”
D. Gente que produzca los frutos de él.
1. Colosenses 1:13
2. 1 Pedro 2:9
3. Hebreos 12:28-29